Fijar el precio de un zapato no es una ciencia exacta. Cada vendedor, puede poner el precio que quiera de su calzado. Existen estándares acerca del valor de un zapato, pero son sólo una guía. El problema se produce cuando un precio alto se considera como indicativo de buena calidad y cuando un precio bajo se comercializa como si fuese de alta calidad cuando realmente no lo es. Y tristemente, muchos consumidores son completamente ajenos al valor de un buen calzado. Hay muchos motivos para comprar zapatos de buena calidad, desde la salud hasta la apariencia pasando, aunque parezca lo contrario, por el ahorro. En Canadian John, donde recientemente te ofrecimos 3 consejos para identificar un calzado de calidad, te explicamos a continuación todos los detalles de los factores que determinan el precio de un zapato.
Primero empecemos imaginando que todos los zapatos son iguales en valor de marca (ninguna marca es mejor que la otra). Teniendo esto en cuenta, lo que separa un zapato más caro de uno más barato son las diferencias entre el tipo de construcción del zapato y la calidad de la piel, dos aspectos bastante obvios. Por lo tanto, los zapatos con mejor cuero y una construcción más compleja casi siempre serán más caros por naturaleza. Pero ahora, con la globalización en pleno auge, esto se vuelve más difícil de medir ya que los salarios juegan un papel importante en el precio final del zapato y con el aumento de la producción de calzado que sale de Asia Oriental, donde los salarios son muy bajos en comparación con los Estados Unidos y Europa, se pueden conseguir buenos zapatos a precios mucho más bajos.
La elaboración de un zapato
La mayoría de los zapatos baratos se hacen en grandes fábricas donde la atención al detalle es poca o ninguna. Probablemente, sólo se aseguren que el zapato no tiene ninguna mancha llamativa en el final del proceso. Por lo general, nos encontramos con que la mayoría de los zapatos baratos producidos en masa se hacen con suelas de goma, o más bien compuestos de caucho, que se pegan con calor inyectado. La razón es que el cuero es un material más caro que el caucho. Si usan cuero, normalmente es un cuero de muy baja calidad o algún híbrido como el cuero procesado químicamente que casi se ve y se siente como plástico. Además, pegar la suela de un zapato es una forma mucho más fácil y económica que la forma más tradicional de coserlo en la que también requiere que una persona maneje la máquina para guiar el zapato. Por contra, los zapatos más caros, por lo general, se hacen en fábricas más pequeñas donde la atención al detalle es mucho mayor. En el caso de las fábricas más grandes la cantidad de personal dedicado a cuidar cada parte del proceso de producción es infinitamente mayor en comparación con las mencionadas anteriormente.
La piel
Las pieles pueden ser un tema complejo de tratar porque no responden siempre a un mismo patrón. Seguro que hemos visto cómo el cuero de la más alta calidad se ha deteriorado en meses y cuero que en ocasiones están formados por compuestos químicos duran años y años. No obstante, la diferencia entre una buena piel y otra que no lo es tanto resulta sustancial. Lo puedes sentir cuando realmente lo experimentas por ti mismo. El cuero de calidad es más suave, más flexible que un cuero barato. Además, se mantendrán en mejores condiciones por más tiempo siempre y cuando la persona que porte el calzado no abuse de ellos y los cuide regularmente. Un cuero de mayor calidad también hará que tus pies respiren y se mantengan más frescos y con una temperatura equilibrada. Lo más importante es que un buen calzado de piel te hará sentirte mejor y recuerda que un zapato de calidad no está reñido tanto con la marca como con el proceso de fabricación del mismo.
Zapato de calidad es sinónimo de buena salud
Existe una frase que realmente tiene sentido y que dice que las dos cosas en las que nunca debes escatimar son la cama y los zapatos. El motivo fundamental es que si no estás acostado sobre la primera, estás caminando con los segundos. La mayoría de los zapatos de calidad tienen un mejor soporte. La primera intención de un zapato bien hecho es, valga la redundancia, estar bien hecho y para ello se fabrican en hormas que son muy similares a la forma de un pie. En el lado opuesto, la mayoría de los zapatos baratos están hechos con hormas casi planas, lo que se traduce en que prácticamente no hay diferencia de altura entre el lugar donde se asienta el talón y el que los dedos de los pies caen. Notarás que los zapatos de gama alta tienen más soporte de arco ya que están hechos con hormas que son mucho más contorneadas (con forma más cercana a lo que son los pies son como). Esto es mejor para su salud ya que su postura y la alineación del cuerpo son en realidad el resultado del apoyo en los pies, que está llevando todo su peso corporal. El truco es encontrar una horma que se ajuste bien a tus pies y te apoye en todos los lugares correctos. Moldear conlleva tiempo y requiere trabajadores cualificados. Hacer un buen patrón también lleva tiempo. Y el tiempo es dinero. Esto es lo que estás pagando cuando adquieres un zapato de calidad. Experiencia, atención al detalle, materiales superiores.
Esperamos que el artículo que hoy te hemos mostrado en el blog de Canadian John haya sido de tu interés y te sirva en compras futuras para una parte de tu vestuario tan importante como es el calzado.
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