Distinguir un zapato barato de uno de calidad no siempre es fácil. Existen muchos vendedores en la industria que tratan de comercializar productos baratos y de nula calidad como si realmente la tuviesen. La pregunta que seguro se hacéis llegados a este punto es cómo se puede diferenciar un calzado que cumple con los estándares de calidad de otro que no lo hace. Esta tarea se hace complicada más si cabe si tenemos a un dependiente susurrándonos al oído las maravillas de ese zapato que observamos o tenemos en las manos. Otro contexto en el que resulta más complejo todavía percatarse de la calidad de un zapato es el de las compras online, pues ni siquiera tenemos la posibilidad de percibir al tacto si ese calzado que aparentemente nos gusta es de calidad o no. En Canadian John, donde recientemente te dimos varios trucos para elegir tu modelo de zapato adecuado, te vamos a ofrecer algunos detalles que por norma general nos pueden dar una indicación de si un zapato es tan bueno como presume ser.

El olor de la piel

Puede parecer raro para algunos, pero esto suele ser una indicación segura de la calidad frente a lo barato. Los zapatos de buena calidad usan materiales premium para terminar y tratar sus zapatos. Puedes olerlo, así que confía en tu nariz y no te decepcionará para saber separar lo bueno de lo no tan bueno. Un fuerte olor químico es una indicación bastante fiable de que el zapato en cuestión es barato. El olor de la cera de abejas o el cuero real es lo que debe oler en un zapato de buena calidad. En un calzado de referencia jamás notarás la presencia de olores industriales. A medida que vayas adquiriendo esta costumbre de intentar identificar un zapato de calidad por su olor, más fácil te resultará asimilar las diferencias entre lo bueno y lo malo. Y no te preocupes por lo que las personas de tu alrededor puedan pensar si te ven olfateando los zapatos ya que no será sobre ellos en quien recaiga las nefastas consecuencias de comprar un zapato barato pensando que es de calidad.

La zona del talón

El tamaño del talón debe ser proporcional. Un talón grande con una horma corta se parecerá a un zapato elevado tipo botín. Un talón corto con un dedo súper largo se asemejará a un zapato de elfo. Hay un equilibrio que necesita ser testado. Las empresas que producen grandes cantidades de zapatos rara vez se preocupan por este detalle. La mayoría del calzado barato tiene tacones demasiado pequeños. Este hecho provocará que los usuarios de este tipo de zapatos no tengan la estructura de soporte que necesita, ya que será muy plana. Por otro lado, encontrarás zapatos cuyos tacones son como botas de vaquero pero en zapatos de vestir. Es algo que no tiene ningún tipo de sentido.

La boca del zapato (donde entra tu pie)

Cuando la parte superior del cordón llega muy alto y deja una entrada corta del pie, el zapato se ve apagado. Al mismo tiempo, cuando eso sucede, los paneles laterales (debajo de los tobillos) suelen ser demasiado altos, lo que también proporcionará un aspecto indeseado. Además de eso, suelen ser los mismos zapatos los que tendrán un revestimiento muy corto (la zona donde caen los cordones). Si pones todas esas cosas juntas, el resultado es un calzado con una apariencia torcida.

La realidad es que hay una cantidad ingente de zapatos baratos en el mercado tratando de hacerse pasar como si fuesen de calidad. Seguro que ha escuchado a vendedores usar frases pegadizas y con cierto gancho como “hechos a mano” o “sin intermediarios”. La realidad es que los buenos zapatos no necesitan consignas para venderse. Su calidad es la que habla por sí sola y sólo tenemos que identificarla. Esperamos que el artículo que hoy te hemos mostrado en el blog de Canadian John haya sido de tu interés y te sirva en compras futuras para una prenda de tu vestuario tan importante como es el calzado.