Imagina que te despiertas un día y el precio de los zapatos de piel ha subido sin previo aviso. ¿La razón? Una nueva política arancelaria. Aunque parece algo lejano, este tipo de decisiones tiene un impacto directo en el calzado que usas cada día. ¿Podría una nueva política de Donald Trump cambiar el futuro del sector? Te lo explicamos con claridad en Canadian John, donde recientemente te contamos los pros y las contras de caminar a diario con chanclas.
¿Qué es una política arancelaria y por qué importa?
Una política arancelaria es cuando un país impone impuestos a productos que llegan desde el extranjero. En otras palabras, si una marca fabrica zapatos en otro país y los trae para venderlos en España, tendría que pagar más dinero por introducirlos en EE. UU. si se aplican esos aranceles.
El objetivo de este tipo de medidas, según Trump, sería proteger la industria nacional. Pero, aunque suena bien en teoría, puede tener consecuencias negativas que se sienten en todo el mundo, incluido en Europa y en el consumidor final.
¿Cuál es la idea de Donald Trump?
Durante su mandato, Donald Trump ya aplicó aranceles a varios sectores, desde el acero hasta los productos chinos. Su idea era reducir la dependencia de la importación y potenciar la producción local. En su discurso más reciente, ha mencionado la posibilidad de subir los aranceles generales hasta el 60%.
Esto también incluiría al sector del calzado, que depende en gran parte de la fabricación internacional. Muchas marcas producen sus modelos en países como China, Vietnam o México, donde los costes son menores.
¿Qué impacto tendría en el calzado?
1. Aumento de precios
Este es el efecto más visible. Si fabricar fuera de EE. UU. se vuelve más caro por los aranceles, las marcas tendrán dos opciones: fabricar localmente (lo que también puede ser costoso) o mantener la producción y subir los precios para compensar.
Aunque esta medida se aplique en EE. UU., afectaría al mercado global. Las marcas pueden ver reducidos sus márgenes de beneficio y trasladar ese coste al consumidor en todos los países donde venden.
2. Menor variedad de productos
Si los costes suben, es posible que las marcas opten por reducir el número de modelos que fabrican. Esto se traduce en menos opciones para el consumidor. Adiós a esas colecciones limitadas o innovadoras: se priorizarían los productos que generen más beneficio seguro.
3. Problemas en la cadena de suministro
El calzado no solo se fabrica en un país. A menudo, una suela se hace en un lugar, el cuero viene de otro y se ensambla en otro más. Con una política arancelaria rígida, todo este sistema se complica. Las entregas se retrasan, los precios cambian y la organización interna de las marcas se vuelve caótica.
¿Cómo afecta al calzado de piel?
El calzado de piel de calidad, como el que se produce en España o Italia, podría volverse más caro si las exportaciones a EE. UU. se ven penalizadas. Esto afectaría tanto a artesanos como a grandes marcas que dependen del comercio internacional.
Por otro lado, podría abrir una pequeña ventana de oportunidad: si se reduce la entrada de calzado barato al mercado, puede que el consumidor vuelva a valorar la durabilidad y calidad de los zapatos de piel europeos.
¿Qué pasará con las marcas internacionales?
Las grandes firmas podrían trasladar parte de su producción a EE. UU. para evitar los aranceles, pero esto llevaría tiempo y dinero. Las pequeñas marcas, por otro lado, podrían ver cómo se les cierran las puertas de uno de los mayores mercados del mundo.
También habría que observar cómo responden otros países. Si Europa impone medidas similares como represalia, entramos en una guerra comercial que afectaría a todo el sector del calzado.
¿Qué puedes hacer tú como consumidor?
Aunque estas políticas parecen alejadas de tu día a día, tienen un impacto real en el tipo de calzado que compras y en lo que pagas por él. Aquí van algunos consejos:
- Valora el calzado local o europeo, que puede verse menos afectado por los cambios en EE. UU.
- Invierte en calidad, no cantidad. Un buen zapato de piel dura más y compensa el precio.
- Infórmate sobre el origen del calzado que compras. Cuanto más cerca se produce, menor es su dependencia de este tipo de políticas.
Conclusión
Una política arancelaria como la que propone Donald Trump no es solo un asunto político: afecta directamente al sector del calzado, al precio de tus zapatos y a la salud de muchas marcas. Estar informado es el primer paso para tomar decisiones de compra más conscientes.
El panorama aún no está claro, pero una cosa sí lo está: el calzado de calidad y producción responsable será cada vez más importante, tanto para los consumidores como para las marcas que quieran sobrevivir en un mercado cambiante.
¿Quieres seguir informado sobre cómo estas medidas pueden afectar al calzado de piel? Mantente atento a nuestro blog.
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